El Conde de Monte Cristo de Alejandro Dumas
Arrancarás los dientes
al dragón y pisotearás los leones, ha dicho el Señor (El conde de Monte Cristo)
Cuando realizamos la sinopsis del libro de Alejandro
Dumas EL CONDE DE MONTECRISMO, hace
ahora doscientos años, porque nosotros los escritores somos inmortales, decía mi MAESTRO
señalando a Cristo en la cruz:
No intentes elevar a
los ojos de tus semejantes, y menos aún a los de los no creyentes, a la altura de
icono a un hombre perfecto y sin poderes sobrenaturales, pues nunca llegará
nuestro vecino por perfecto que sea a la ideológica altura de héroe sin nuestra ayuda, siendo nosotros en su nbeneficio revuelta, retórica o revolución; no
conseguirás desenmascarar en el mundo moderno al villano, al traidor, al avaro,
al mentiroso y al corrupto simplemente solicitando a Dios una oración por sus negras
almas, pues la capa de oro con la que se cubren losque se jactan de ser poderosos ante los asnos por los que son mirados sólo con el hacha de la batalla justa ha de ser partida, cortando
dolorosamente para nosotros gentes buenas y sencillas con la verdad sus carnes; pero no os engañéis, es dificil desenmascarar y hacer justicia usando el acero del hacha y con el acero de la espada, pues sólo clavándose el infortunio en sus tesoros será
más doloroso que arrancar su vida, pues su vida nada vale, pues son siervos del dinero, de lo material, pues nada es más
insufrible para ellos que estar de rodillas o a un igual ante su pueblo, mi pueblo, nuestro pueblo. Covenceos, decía mi MAESTRO, nunca
serás capaz de abrir los ojos de los ilusos mientras el hambre y la necesidad
acompañan a los ilusionistas armados con sus flautas; no conseguirás ni oro,
ni fama, ni gloria en tu beneficio engañando al lector y mil veces sentirás el gope del agua contra tus ideas… ¡Ay mi pequeño
SHAOLIN!; para alcanzar la riqueza (espiritual y material) no alces tú, tus
mejores y grandes obras en tu nombre,
sino en alabanza de su amistad y su Gloria: “NON NOBIS DOMINE, NON NOBIS SED
NOMINE, TUO DA GLORIAM"
Entones señalando el
crucifijo de marfil mi MAESTRO decía: Ecce Homo, he aquí al hombre… y he aquí a
nosotros, los que queremos ser dioses, pues creamos con nuestra escritura.
¡Nosotros queremos ser escritores, y ser brisa, y ser verdad, ser palabra y desenmascarar a los
mentirosos! Y nuestra mejor definición (ser escritor) fue escrita para los gentiles por
Friedrich Nietzsche: Queremos vivir los fuertes vientos, por encima de ellos,
teniendo por vecinas a las águilas, al lado de las nieves eternas, muy cercanos
al sol. Al igual que los vientos quiero yo soplar entre ellos, y cortar con mi
aliento su espíritu. Es mi propio futuro quien así lo desea. ¿Porque que es
Zaratustra para todos los llanos sino un intenso viento?
¿Qué es el Conde de
Montecristo para nosotros? ¿Edipo? Quizá un héroe sin poderes, un viento de muerte, el hombre culto
siendo el compañero de las águilas, un vengador contra los avaros, un guerrero
contra los usurpadores, un revolucionario contra el capitalismo, el
Buenaventura, la Providencia… Este
manuscrito era la gran obra del abate Faria sobre el reino de Italia. El conde
se apoderó de él con presteza, y sus ojos, mirando el epígrafe, leyeron:
«Arrancarás los dientes al dragón, y pisotearás los leones, ha dicho el Señor.
» -¡Ah! -exclamó -, ¡he aquí la respuesta! ¡Gracias, padre mío, gracias!
Pero si nos acordamos del Edipo Rey de Sofocles
en su lucha por salvar la ciudad de Tebas, hemos también de referirnos a Cadmo,
primer creador de Cadmia, la que sería después TEBAS.
Según
la mitología griega Telefasa y Agénor, Rey de Tiro y Sidon tenían tres hijos
varones y una sola hija de gran belleza llamada Europa (ahora Europa está vieja
y reumática). Cuando Zeus, tomando la forma de un toro raptó a Europa, el rey
sirio ordenó a sus tres hijos que fueran en su busca y que no volvieran hasta
haberla encontrado. Todos los intentos de los jóvenes fue en vano.
Uno
de los hermanos, Cadmo, acudió al oráculo de Delfos en busca de consejo, y el
oráculo le ordenó abandonar la búsqueda de Europa (porque Europa ya estaba
perdida) y fundar una ciudad en un lugar
adecuado, para lo que tenía que seguir a
una vaquilla hasta que el animal se detuviera.
Cadmo
se puso en camino y llegó a un valle fértil y hermoso pero solitario y
deshabitado donde pastaba una vaquilla sin yugo, y Cadmo la siguió. La vaca se
tumbo a rumiar cerca de un río, en un hermoso paraje, y el joven decidió que
fundaría allí mismo su ciudad. Viendo que la profecía se había cumplido,
sacrifico el animal a la diosa Atenea y luego, rendido por el cansancio, se
durmió. En sueños se le apareció una hermosa mujer ataviada con blanca túnica,
que portaba un casco y una resplandeciente coraza. En sus manos sostenía una
lanza y un escudo de plata, y sobre su hombro reposaba una lechuza. Cadmo
reconoció en el acto a la sabia diosa Atenea, quien con voz dulce le hablo:
-
Cadmo, valiente guerrero, funda aquí tu ciudad. Para ello tendrás que matar a
un enorme Dragón que custodia la fuente de Ares. Una vez lo hayas aniquilado,
arrancaras sus dientes, labraras un campo para sembrarlos, y hollaras con tus
pies a los leones…
Dicen
las malas lenguas que el dragón era muy fiero, pero no es la verdad; en
concreto el dragón deseaba la muerte porque estaba hasta las mismísimas narices
de los gritos de las doncellas que tenían la costumbre de vestirse igual que
LOLITAS. Fue tal el alarido de las
jóvenes, los gritos de Cadmo, el gentío de los INDIGNADOS que Zeus mandó a su
hija Atenea para que ayudara a Cadmo de modo que acabara de una vez con aquel
estrépito. Después el héroe arrancó los dientes al dragón y luego labró un
campo con gran esfuerzo, y sobre la tierra, todavía húmeda de sangre y sudor,
sembró los dientes de Dragón y esperó el brote de mil guerreros llamados los
espartanos, quienes a las órdenes de su señor edificaron la ciudad de Tebas.
Por
cierto: aclaro que la ciudad de Tebas es
una ciudad de Grecia, situada al norte de la cordillera de Citerón, que separa
Beocia de Ática, y en el borde sur de la planicie de Beocia. Estaba situada a
48 Km. al noroeste de Atenas. En tiempos antiguos fue la ciudad más grande de
esa región. Distinta de Tebas de Egipto que
fue la capital del Imperio Medio e Imperio Nuevo de Egipto; y que estaba
situada en la actual población de Luxor. Tebas, la antigua ciudad llamada Uaset
fue descrita por Homero en la Odisea como "la ciudad de las cien
puertas".
En
el caso que nos ocupa: El conde de
Montecristo (Le comte de Monte-Cristo), la novela de aventuras clásica de Alexandre Dumas padre y Auguste Maquet (comento al lector que
Auguste Maquet no figuró en los
títulos de la obra, ya que Alexandre Dumas pagó una elevada suma de dinero para
que así fuera reconociendo), según los críticos literarios se suele considerar como el mejor
trabajo de Dumas, y a menudo se incluye en las listas de las mejores novelas de
todos los tiempos.
El libro El Conde de Montecristo se terminó de escribir en 1844, y fue publicado en
una serie de 18 partes durante los dos años siguientes. Pero,
¿qué es El conde de Montecristo?: ¿un héroe o un vengador?; un justiciero
millonario o un solitario bandolero?.
Quizá Montecristo es un simple hombre que con un poco de
suerte, preparando su mente durante catorce años de cautiverio por medio de la lectura y el aprendizaje consiguiendo que su alma llegue a un momento de equilibrio: el YIN y el Yang (TAO, el
camino); el equilibrio entre bien y el mal (ángel y bestia, en el
cristianismo); la Divina Providencia y
la venganza involuntaria ( la intervención o el conjunto de acciones activas de
Dios en el socorro de los hombres para que no sea el hombre quien manche con la
sangre de los impuros sus manos, DEUS EX MACHINA).
El héroe de Alejandro Dumas no tiñe de sangre sus manos solicitando justicia. La venganza es contemplada en
un principio por Edmundo Dantes como la JUSTICIA, pero la venganza es impía pues persigue un
objetivo injurioso, sin embargo Alejandro Dumas nos presenta un hombre
SUPERIOR, un hombre que se alza sobre los demás gentiles por su INTELIGENCIA,
CULTURA, SOLIDARIDAD y COMPASIÓN convirtiéndose en la Providencia para aquellos
que están necesitados de PAN y JUSTICIA; los que no engañan, los que dicen la
verdad, los que no son demagogos, ni calumniosos, ni prepotentes, ni avaros,
ni lujuriosos, ni corruptos, ni envidiosos salvando así a los que con su trabajo, por sus actos y labores , son los verdaderos héroes
modernos que ven partir al héroe antiguo: He aquí al hombre, Ecce Homo, un icono nuevo: trabajador, solidario, honrado, libre y con criterios, hombres y mujeres sin necesidad de morir en una cruz por
todos nosotros, pues quien murió en la cruz era superior al héroe, a todos nosotros, sobrenatural al hijo
del hombre, pues sus palabras y hechos recuerdan que era y es el único hijo de
Dios, algo doloroso, muy doloroso, una prueba sobrehumana por la que cualquier que sea mi semejante, no
debería sufrir en sus carnes.
El
resto del resumen, es decir, las partes
obligadas de la sinopsis las dejo para el lector.
·
Página de título
·
Localización del
texto, época, momento, biografía del autor.
· Género literario
y forma de expresión (épico, lírico, dramático; estilo literario: prosa, verso,
dialogo, narración, descripción, epístolar, sarcástico…)
·
Análisis del
contenido (argumento y tema)
·
Reconstrucción
de la estructura básica del texto, análisis estructural: disposición lineal,
disposición divergente, estructura dispersa, estructura abierta y aditiva (
núcleos, relaciones, introducción, desarrollo, clímax, desenlace)
·
Tipos de
narrador ( a) Tercera persona limitada: el narrador se refiere a los personajes
en tercera persona, pero sólo describe lo que puede ser visto, oído o pensado
por un solo personaje b) Tercera persona omnisciente: el narrador describe todo
lo que los personajes ven, sienten, oyen… y los hechos que no han sido
presenciados por ningún personaje c) Tercera persona observadora: el narrador
cuenta los hechos de los que es testigo como si los contemplara desde fuera, no
puede describir el interior de los personajes d) Primera persona central: El narrador adopta
el punto de vista del protagonista que cuenta su historia en primera persona e)
Primera persona periférica: el narrador adopta el punto de vista de un
personaje secundario que narra en primera persona la vida del protagonista f)
Primera persona testigo: un testigo de la acción que no participa en ella narra
en primera persona los acontecimientos g) Segunda persona narrativa: El narrador habla
en segunda persona con lo que se produce un diálogo-monólogo del protagonista
consigo mismo) según J. M. Díez Borque
·
Objetivo y tesis
central del texto.
·
Argumentos
principales del texto.
·
Reconstrucción
del camino que conduce a la pregunta o hipótesis propia. a) Tesis y argumentos
del texto –y de otros textos consultados– en lo relevante para la pregunta o
hipótesis. b) Conclusión en forma de su propia pregunta o hipótesis
·
Bibliografía y Premios Literarios
Recibir un cordial saludo y un abrazo:
jjdanwcer (seudónimo literario)