domingo, 3 de enero de 2010

El Camino de Santiago.






Bienvenidos a esta página. Mi intención es poder dar consejos a aquellos que queráis hacer esta experiencia gratificante del Camino de Santiago.

Disfrutar del camino y recordar que cada uno tiene su propia mochila, en ella, dentro de ella, cada caminante lleva sus miedos y alegrías, sus promesas e ilusiones… pero recordar que cada persona es un mundo, con sus manías y miedos. Ser educados con los extraños, amigables con los desconocidos y respetuosos con los motivos por los cuales miles de personas llegan a Santiago y recordar… que otras personas llenaron sus rostros por las lágrimas y han tenido que regresar sin llegar a su destino. ¡Esta pena tambien es parte del camino!

El Camino de Santiago es para unos una fiesta, para otros una promesa o un reto personal y para todos, es el sendero recorrido durante siglos por distintas culturas e incluso religiones, una unión de lenguas y personas. Disfrutar del camino pero recordar que cada peregrino hace su camino y carga con sus problemas.

Primero preparar la ruta, informaros mediante planos y guías de las etapas. No carguéis en vuestra mochila con cosas innecesarias y por favor no paguéis para que os lleven la mochila, es algo que algunos peregrinos consideramos un insulto. Tened en cuenta que durante los meses de vacaciones los refugios van a estar colapsados, los hoteles llenos, para este año jacobeo igual que los anteriores, las comunidades de Castilla y León, Navarra y Galicia han situado campamentos con tiendas de campaña y barracones en los municipios mas poblados o importantes de la ruta, además de pabellones polideportivos donde… el agua caliente es una bendición del cielo. Si llegáis a un refugio en verano, en año jacobeo y encontráis sitio recordar que habéis tenido una suerte bárbara, pero… paga el precio, 5 euros no es nada, cama, litera, agua caliente y calefacción, recordad que algunos duermen en el suelo durante todo el camino y he conocido años que el aire y el frío en pleno junio era helador.

Antes de iniciar el camino tenéis que conseguir una credencial… ¿para qué? Acudid a vuestra diócesis nadie os va a comer, ni preguntar si habéis ido a misa. La credencial es el carné con vuestros datos, dar en ella toda la información posible, la credencial sellada es la demostración de vuestro derecho a ser alojados y ayudados, pensad que cientos de personas están en el camino altruistamente, sin pedir o recibir nada para ayudaros… respetar las rutas y las señalizaciones, denunciar a los alberguemos y hospitaleros si las señales están dudosas. Recordar que las flechas amarillas y las conchas son las únicas a las que debéis de seguir y de hacer caso; y acordaros que si un camino está sin señalizar muchos peregrinos pueden perderse. En algún momento dudareis de las señales o tendréis dudas, tranquilos, el camino está perfectamente señalizado. Más cosas… no penséis que los 40 kilómetros marcados en las guías son de verdad… a ver… en línea recta o en bicicleta todo es muy fácil… ja, ja, ja, preguntad a los de las bicicletas, pero… son caminos forestales, cuestas, bajadas, caminos con piedras y caminos donde no hay ni un solo árbol, donde el sol quema y donde las botas cuecen los pies, no os olvidéis de la protección solar, por culpa de las quemaduras y de las ampollas he visto a muchos peregrinos hacer en un día 10 kilómetros con más sufrimiento que una etapa de 40 kilómetros bajo la lluvia. Comentaros que cuando lleguéis a Santiago tendréis que pasar la noche para recoger al día siguiente la compostelana y Santiago estará hasta la bandera.
Ser educados y recordad que hay personas mayores y disminuidos físicos haciendo el camino, personas que llevan un mes fuera de sus casas y aunque no lo creáis… personas solas cuya única compañía es su libro y su mochila, peregrinos que iniciaron su camino con amigos y la enfermedad o las ampollas han hecho que se queden solos, ser respetuosos con aquellos que demuestren su religiosidad y disfrutar de la camarería y hermandad del camino, de la comida y del arte, de las noches de tertulia compartiendo la cena y de la soledad en caminos duros y pedrajosos y que nadie piense que el camino es un paseo, la subida a la Cruz del Ferro es suave pero la bajada hay que agarrarse a esa parte interior que cada uno tenemos, y de igual forma la subida a Cebreiros es para caerse de espaldas, pero… he visto a señoras de la tercera edad subir en cinco horas y llegar arriba llorando de alegría, disfrutar de cada momento, no descuidéis vuestra higiene y cuidados, descansar, beber agua, protección solar, bálsamos y cremas musculares y… disfrutar. ¡Buen camino peregrinos!

El Camino de Santiago es una experiencia inolvidable.