domingo, 24 de julio de 2011

El Ángel Perdido

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El Ángel Perdido es la última novela… ¡vaya manía con ésta expresión!, del escritor Javier Sierra. Hagamos la siguiente corrección: es la última novela que llega a las librerías, porque queridos lectores, trabajos y artículos de investigación este escritor tiene para llenar él solito una biblioteca municipal.


¿Quién es el escritor Javier Sierra? Simplemente un licenciado en Ciencias de la Comunicación, un periodista de la Universidad Complutense de Madrid al qué -con todo mi cariño y admiración- envidio a rabiar: colaborador de la Revista Más Allá de la Ciencia; incansable viajero e investigador; escritor de súper ventas; número seis en la lista Top Ten de EE.UU. con el Best Seller La Cena Secreta, y por supuesto, un viajero incansable por esos escondrijos y recovecos místicos de la mitología y el esoterismo: el Templo de Tebas y de Castor; la alineación piramidal, los templarios y el Arca de la Alianza; Julio Verne y los Rosacruces; Jerusalén, el Gólgota y el Templo de Salomón; la constelación de Leo y el arte Gótico…

Por estas razones antes expuestas, la novela El Ángel Perdido vuelve a desarrollarse en un marco de fantasía y misterio presente en todas las religiones y creencias: The Skystone (piedra del cielo). Y es qué mis queridos amigos, en la historia e historiografía de este patas cortas llamado humano hay piedras para ensopar los ojos de todas las generaciones ¿Qué son los Templos más que piedras alzadas para el recuerdo de nuestros pensamientos?: piedras tiene el sepulcro de Santiago; piedra blanca es dónde los templarios juraron y figuraron su doctrina alzando las encomiendas; existen las piedras del cielo, las piedras de la magia, las piedras donde fueron escritos los Diez Mandamientos, la piedra de la Iglesia Católica, la piedra filosofal o la piedra dentro de un zapato; porque las piedras son y han sido el eje central de las novelas más disparatadas y superventas de nuestro siglo, el inicio del Génesis y la razón diamanta por la que muchas vidas han sido arrebatas y muchos semejantes esclavizados . ¡Un consejo! Registren bien su parcela vallada donde tiene el chalet, igual tienen ustedes la piedra que arrojada por David tumbó a Goliat; quizá descubran la piedra de la que fue liberada la espada del rey Arturo o por qué no, un diamante holandés que causó la muerte a doscientos judíos.

Pero hablemos de mitología y de piedras.

Un referente en la novela El Ángel Perdido es la leyenda mesopotámica (sumeria, asiria y babilónica) del Arca de Noé y el Naufragio Universal también reflejada en el Génesis, semejantes a la historia de Perséfone (deidad griega del inframundo) y las aventuras y epopeyas de Gilgamesh o Gilgamés (Istubar) junto a su amigo Enkidu, fundadores de las murallas de Uruk y luchadores infatigables contra la voluntad de los dioses, donde las piedras son una antena hacia el Arquitecto o dios superior, creando un pasillo o escalera hacia el cielo.

Los hinduistas adoran un tipo de piedra negra esférica (en realidad fósiles de amanita) llamada shalágrama shilá; una piedra protectora y portadora de sabiduría. En la mitología griega Apolo era la deidad del Oráculo de Delfos, protector de las musas en la Fuente de Castalia, agua que brotaba de una de las piedras del oráculo del templo de Delfos, donde Apolo mató al dragón ctónico Pitón.

Hablando de piedras: Níobe, una reina de Tebas y esposa de Anfión, alardeó de su superioridad sobre Leto porque había tenido catorce hijos (los Nióbides), siete varones y siete mujeres, mientras Leto había tenido sólo dos. Apolo, deidad del rayo mortal, portador del laurel olímpico, protector de las musas literarias mató a los hijos de Níobe mientras éstos practicaban atletismo a pesar de sus súplicas y Artemisa mató a sus hijas. <>. En este macabro relato Apolo y Artemisa usaron flechas envenenadas para matarlos, aunque según algunas versiones del mito algunos de los Nióbides fueron perdonados (normalmente Cloris). Y Anfión, al ver a sus hijos muertos, se suicidó o fue asesinado por Apolo tras jurar venganza. Después la desolada Níobe huyó al monte Sípilo en Asia Menor y se convirtió en piedra mientras lloraba, formando con sus lágrimas el río Aqueloo, mientras que Zeus había convertido a todos los habitantes de Tebas en piedra, por lo que nadie enterró a los Nióbides hasta el noveno día tras su muerte, cuando los propios dioses les dieron sepultura.

La Kaaba (el dado), es el lugar sagrado y de culto del Islam. Pero la Kaaba y la Piedra Negra no son objetos de adoración, siendo la Kaaba el lugar fijado por Abraham y su hijo Ismael para la adoración de la obra de Ala. La Piedra Negra es, según la tradición, un aerolito que el ángel Gabriel (Yibril) entregó a Abraham (Ibrahim). Se dice que descendió a la tierra más blanco que la leche, pero los pecados de los hijos de Adán le volvieron negro. Abraham y su hijo Ismael (Ismail) la colocaron en la esquina oriental cuando terminaron de construir la nueva Kaaba. Debe ser besada con unción, pero nunca con adoración por todos los peregrinos que accedan a ella. Mahoma la besó y dijo: <>.

En la religión católica, en el Evangelio de San Mateo 16: 13-20, Jesús se dirigió a Simón Bar Jonás, uno de los que formarían parte de sus doce apóstoles y Jesús cambió su nombre por el de Pedro diciendo: -Sobre esta piedra edificaré mi Iglesia. Después Pedro por tres veces negó ser discípulo de Jesús, viajó desde Jerusalén hasta Antioquia y llegó a Roma donde fundó la Iglesia y recibió las llaves del cielo.

En la religión judía existe la costumbre de colocar piedras sobre los panteones y tumbas de los seres queridos. La creencia está extendida en más religiones; se cree que rezando a una piedra nuestra oración llega al cielo y la piedra es el símbolo que representa el recuerdo hacia la persona no olvidada.

Otra parte de la novela trata de una joven con poderes sensoriales, agencias de inteligencia, lluvia solar, tradiciones celtas, Santiago de Compostela, la Compostelana y el Camino hacia el Pórtico de la Gloria… pero, cómo comprenderán, el resto de la novela ha de ser descubierto por ustedes…