domingo, 5 de agosto de 2012

Historia de una Escalera



 En este artículo hablaremos del retrato de Buero Vallejo a Miguel Hernández, el realismo (movimiento artístico), simbolismo (movimiento literario), teatro español, Antonio Buero Vallejo (biografía), Historia de una Escalera (presentación), Las Meninas, Un Soñador para un Pueblo, El Concierto de San Ovidio, El Mirlo blanco,  El tragaluz, Comentario de Historia de una Escalera, addenda, Ricardo Doménech, saludos y un abrazo a los lectores.


Historia de una escalera de Antonio Buero Vallejo
Antonio Buero Vallejo nació en Guadalajara, en 1916. Su padre, Francisco, era un militar gaditano que enseñaba Cálculo en la Academia de Ingenieros de Guadalajara. En 1934 la familia se traslada a Madrid y Antonio ingresó en la escuela de Bellas Artes de San Fernando. Después del alzamiento es movilizado y con su batallón de infantería llega a Benicasim donde conoce a Miguel Hernández.
Al finalizar la guerra pasó un mes en el campo de concentración de Soneja (Castellón) y finalmente le dejaron volver a su lugar de residencia con orden de presentarse a las autoridades mientras intenta reorganizar el partido Comunista.  Detenido en mayo o junio de 1939 es condenado a muerte. Tras ocho meses de cárcel es conmutada la pena por otra de treinta años. En la cárcel de Conde de Toreno permaneció año y medio y es donde dibujó  el  famoso retrato de Miguel Hernández y ayudó en un intento de fuga que le inspiró más tarde ciertos aspectos de su obra La Fundación. Durante los años de prisión escribió sobre pintura e hizo cientos de retratos de sus compañeros, entablando muy buenas amistades con algunos de ellos y manteniendo contacto tras su salida de prisión. Salió del penal de Ocaña en libertad condicional, aunque desterrado de Madrid, a principios de marzo de 1946. Fijó su residencia en Carabanchel Bajo y se hizo socio del Ateneo de Madrid.
Su primer drama es En la Ardiente Oscuridad (1946), obra en tres actos estrenada en 1950 basada en la simbología de las limitaciones humanas; en este año escribe Historia Despiadada y otro Juicio de Salomón (obra destruida por el autor). Entre los años 1947 y 1948 Buero Vallejo escribe La Escalera, presentada en el teatro con el título de Historia de una Escalera, drama en tres actos estrenada el 14 de octubre de 1949 en el teatro Español con la dirección de Cayetano Luca de Tena; obra premiada con el Lope de Vega. Este mismo año gana el Premio de la Asociación de Amigos de los Quintero con la obra de un solo acto Palabras en la Arena.
En los años 50 es el tiempo de alabanza y reconocimiento al escritor tanto en España como en el extranjero; es el estreno de La tejedora de sueños, La señal que se espera, Casi un cuento de hadas, Madrugada, Irene, o el tesoro, Hoy es fiesta y el primer drama histórico: Un soñador para un Pueblo. Empiezan a representarse sus obras en el extranjero, como Historia de una escalera en México (marzo de 1950) y En la ardiente oscuridad en Santa Bárbara, California (diciembre de 1952). En el año 1954 la censura prohíbe la publicación de Aventura en lo Gris representada después y publicada junto a Concierto de San Ovidio,  El Tragaluz y Las Meninas, la obra más exitosa junto  a Historia de una escalera, estrenada en el Teatro Español, de Madrid el 9 de diciembre de 1960 y adaptada para su representación en la televisión en el programa NOCHE DE TEATRO (1974)… En el año 1964 Buero Vallejo la censura prohibió La doble historia del doctor Valmy, un alegato contra la tortura que permaneció sin representarse en hasta el año 1977.
Antonio Buero Vallejo fue miembro de número de la Real Academia Española en 1971,  Premio Cervantes en 1986, Premio Nacional de las Letras Españolas en 1996. Antonio Buero Vallejo falleció en el hospital Ramón y Cajal de Madrid el día 29 de abril de 2000, a los 83 años de edad.



Comentario de la obra de teatro Historia de una Escalera
 
Historia de una escalera junto a Las Meninas (fantasía del pintor Diego Velázquez) son las obras más representadas y conocidas de Antonio Buero Vallejo; pero tengo que reconocer ante los lectores que yo soy un amante de la historia y de la histeria de los españoles: los errores, las faltas, los malos actos y las penurias de nuestro pueblo( definición de historia), siendo personalmente Un pensador para un Pueblo la mejor obra escrita y estructurada de Antonio Buero Vallejo, pero para gustos se hicieron los colores.
Historia de una Escalera se estrenó el 14 de octubre de 1949, Premio Lope de Vega, es posiblemente una de las obras más importantes del teatro de esta época por su carácter trágico y por la denuncia de las condiciones sociales de vida. La obra causó gran impacto por su realismo y contenido social alcanzando las 187 representaciones. En la obra se plantea la imposibilidad de algunos individuos de mejorar materialmente sus vidas, debido a la situación social y a la falta de voluntad. En el primer acto los personajes acusan la tragedia económica que supuso la Guerra Civil, la precariedad de trabajos, la imposibilidad de hacer frente a los pagos, el drama social y político, pero siempre el amor y los celos están presentes en la historia de las personas; el amor junto a la muerte, el trabajo para conseguir el bienestar social el progreso al que llegan los personajes del tercer acto.
La crítica sitúa al teatro de Buero Vallejo en el simbolismo, el realismo, el teatro de crítica social y el drama histórico. El tema común que liga toda su producción es la tragedia del individuo, analizada desde un punto de vista social, ético y moral. Los principales problemas que angustian al hombre se apuntan ya en su primera obra En la ardiente Oscuridad (las limitaciones individuales y el momento social que hacen que el individuo, el ser humano, esté condicionado por reyes, guerras, cultura…) y continúan estas críticas sociales en obras posteriores. En Historia de una escalera y en Las Meninas, las dos obras que representan el drama social y político, donde el autor quiere mostrar la síntesis de dos estilos literarios antagónicos: el realismo y el simbolismo, siendo España el tema de las dos obras, el sentir español, el criticismo (muy usado por mí) como patriotismo auténtico de sentirse y ser español, imitando a los maestros Larra o Galdós y la Generación del 98.  En el caso de Las Meninas, Un Soñador para un Pueblo y El Sueño de la Razón la intención velada o indirecta de Buero Vallejo parece ser la de querer encontrar los orígenes, las causas, los errores cometidos para alcanzar el descontento de la moderna, adormecida y arruinada España actual, escribiendo su obra con un trasfondo mítico cargado de simbolismo.  
El realismo es la representación crítica de una sociedad (Vallejo es un escritor realista junto a obras como Las cartas boca abajo y El tragaluz), son la visión de la imposibilidad por parte de sus intérpretes de huir de la injusticia, de la violencia, de la degeneración personal. En Historia de una escalera los descansillos y peldaños de una escalera sirven para presentar al espectador la fortuna, la suerte, el hambre, la crisis económica, el esfuerzo y los sueños de unas personas encasilladas en una función o disfunción social: el obrero y el cómodo; el amor y desprecio; el inútil y sus engaños.
El realismo literario es una corriente estética que supuso una ruptura con el romanticismo, tanto en los aspectos ideológicos como en los formales, en el tercio central del siglo XIX.
 El realismo pretende la reproducción exacta, completa, sincera, del ambiente social y de la época en que vivimos... Esta reproducción debe ser lo más sencilla posible para que todos la comprendan.

En Francia fueron escritores realistas Henri Beyle Stendhal, Honoré de Balzac y Gustave Flaubert. En el Reino Unido destaca Charles Dickens; en Rusia León Tolstói y Fiódor Dostoyevski. En Estados Unidos, Mark Twain; en Chile Alberto Blest Gana, en España Benito Pérez Galdós, Leopoldo Alas Clarín y Emilia Pardo Bazán. Portugal cuenta con Eça de Queiroz. En Italia, el movimiento se denominó verismo y tiene a su más caracterizado representante en Giovanni Verga. En cuanto a la literatura escrita en alemán, es un movimiento de este sesgo el llamado Biedermeier y pueden considerarse realistas los novelistas suizos Albert Bitzius (que utilizaba el seudónimo Jeremías Gotthelf), Gottfried Keller, Conrad Ferdinand Meyer, el austríaco Adalbert Stifter y los alemanes Friedrich Hebbel (dramaturgo), Theodor Storm, Theodor Fontane, Gustav Freytag y Wilhelm Raabe, aunque esta estética todavía continuó renovándose durante el siglo XX a través de la obra literaria de Thomas Mann.
En Historia de una Escalera es el personaje de Urbano quien denuncia declarando su amor a Carmina contra la personalidad del mujeriego Fernando: más vale ser un triste obrero que un señorito inútil… Pero si tú me aceptas yo subiré. ¡Subiré, sí! ¡Porque cuando te tenga a mi lado me sentiré lleno de energías para trabajar! ¡Para trabajar por ti! Y me perfeccionaré en la mecánica y ganaré más. (Ella asiente tristemente, en silencio, traspasada por el recuerdo de un momento semejante). Viviríamos juntos: tu madre, tú y yo. Le daríamos a la vieja un poco de alegría en los años que le quedasen de vida. Y tú me haría feliz. (Pausa). Acéptame, te lo suplico.  
El movimiento literario del Simbolismo fue uno de los movimientos artísticos más importantes de finales del siglo XIX, originado en Francia y en Bélgica. En un manifiesto literario, publicado en 1886, Jean Moréas definió este nuevo estilo como «enemigo de la enseñanza, la declamación, la falsa sensibilidad y la descripción objetiva». Para los simbolistas, el mundo es un misterio por descifrar donde el poeta debe para ello trazar las correspondencias ocultas que unen los objetos sensibles, para ello es esencial el uso de la sinestesia. El movimiento tiene sus orígenes en Las flores del mal, libro emblema de Charles Baudelaire. El escritor Edgar Allan Poe, a quien Baudelaire apreciaba en gran medida, influyó también decisivamente en el movimiento, proporcionándole la mayoría de imágenes y figuras literarias que utilizaría. La estética del Simbolismo fue desarrollada por Stéphane Mallarmé y Paul Verlaine en la década de 1870. Para 1880, el movimiento había atraído toda una generación de jóvenes escritores cansados de los movimientos realistas.
Escritores del Simbolismo : Charles Baudelaire (1821-1867); Conde de Lautréamont (1846-1870); Stéphane Mallarmé (1842-1898); Jean Moréas (1856-1910); Germain Nouveau (1851-1920); Arthur Rimbaud (1854-1891); Albert Samain (1858-1900); Paul Valéry (1871-1945); Paul Verlaine (1844-1896); Villiers de L'Isle-Adam (1838-1889)

Addenda en 1987 de Ricardo Doménech en la obra de Antonio Buero Vallejo
En el libro con las obras Historia de una escalera y Las Meninas de la Colección Austral editada por Espasa Calpe en el año 1975, con prólogo del profesor Ricardo Doménech, es de destacar el addenda (del latín addendum, añadido que se agrega a un escrito) rubricado por el profesor y ensayista Ricardo Doménech, fallecido en el año 2010, a quien ofrezco mis respetos y mi admiración. En este enriquecedor y corto texto, una revisión personal doce años después a su comentario y análisis literario, el profesor Ricardo Doménech expone la evolución política y social de mi querida España:
… Pero estos datos no son sino lo más externo y global: la punta del iceberg; porque no hay duda que la España de 1978  es muy distinta a la sombría España de 1975. No pararíamos de enumerar en cuántos aspectos lo es.  Y, sin embargo, a la hora de actualizar este prólogo, me encuentro con que no necesito corregir nada o casi nada. Mi interpretación del teatro de Buero Vallejo no ha cambiado; al revés, en este tiempo lo ha confirmado más y más, de un lado en mis clases- en esa diaria puesta a prueba de las ideas que son para un profesor sus clases- y de otro, en el contraste con el discurrir de la vida española…. Buero sigue siendo lo que era: ese imprescindible e insustituible dramaturgo - conciencia de nuestra época, lo mismo con sus obras recientes que con sus obras anteriores…
  
Ricardo Doménech se doctoró en Filología por la Universidad Autónoma de Madrid. Fue catedrático de la Real Escuela Superior de Arte Dramático (RESAD), de la que ha sido director en dos ocasiones. Como estudioso y crítico de teatro, cuenta con numerosas publicaciones (libros, ediciones críticas, ponencias, artículos, reseñas...) centradas especialmente en Valle-Inclán, Buero Vallejo, los dramaturgos del exilio y, García Lorca. Como narrador publicó cinco libros de cuentos y novelas cortas entre 1968 y 1989.

Gracias y mis mejores deseos a los lectores de este bloc.

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