En este artículo hablaremos del retrato de Buero Vallejo a Miguel Hernández, el realismo (movimiento artístico), simbolismo (movimiento literario), teatro español, Antonio Buero Vallejo (biografía), Historia de una Escalera (presentación), Las Meninas, Un Soñador para un Pueblo, El Concierto de San Ovidio, El Mirlo blanco, El tragaluz, Comentario de Historia de una Escalera, addenda, Ricardo Doménech, saludos y un abrazo a los lectores.
Historia de una
escalera de Antonio Buero Vallejo
Antonio Buero Vallejo nació en
Guadalajara, en 1916. Su padre, Francisco, era un militar gaditano que enseñaba
Cálculo en la Academia de Ingenieros de Guadalajara. En 1934 la familia se
traslada a Madrid y Antonio ingresó en la escuela de Bellas Artes de San Fernando.
Después del alzamiento es movilizado y con su batallón de infantería llega a
Benicasim donde conoce a Miguel Hernández.
Al finalizar la guerra pasó un
mes en el campo de concentración de Soneja (Castellón) y finalmente le dejaron
volver a su lugar de residencia con orden de presentarse a las autoridades
mientras intenta reorganizar el partido Comunista. Detenido en mayo o junio de 1939 es condenado
a muerte. Tras ocho meses de cárcel es conmutada la pena por otra de treinta años.
En la cárcel de Conde de Toreno permaneció año y medio y es donde dibujó el famoso retrato de Miguel Hernández y ayudó en
un intento de fuga que le inspiró más tarde ciertos aspectos de su obra La Fundación. Durante los años de
prisión escribió sobre pintura e hizo cientos de retratos de sus compañeros,
entablando muy buenas amistades con algunos de ellos y manteniendo contacto
tras su salida de prisión. Salió del penal de Ocaña en libertad condicional,
aunque desterrado de Madrid, a principios de marzo de 1946. Fijó su residencia
en Carabanchel Bajo y se hizo socio del Ateneo de Madrid.
Su primer drama es En la Ardiente Oscuridad (1946), obra en
tres actos estrenada en 1950 basada en la simbología de las limitaciones
humanas; en este año escribe Historia Despiadada y otro Juicio de Salomón (obra
destruida por el autor). Entre los años 1947 y 1948 Buero Vallejo escribe La
Escalera, presentada en el teatro con el título de Historia de una Escalera, drama en tres actos estrenada el 14 de
octubre de 1949 en el teatro Español con la dirección de Cayetano Luca de Tena;
obra premiada con el Lope de Vega. Este mismo año gana el Premio de la
Asociación de Amigos de los Quintero con la obra de un solo acto Palabras en la
Arena.
En los años 50 es el tiempo de
alabanza y reconocimiento al escritor tanto en España como en el extranjero; es
el estreno de La tejedora de sueños, La
señal que se espera, Casi un cuento de hadas, Madrugada, Irene, o el tesoro,
Hoy es fiesta y el primer drama histórico: Un soñador para un Pueblo. Empiezan a representarse sus obras en el
extranjero, como Historia de una escalera en México (marzo de 1950) y En la
ardiente oscuridad en Santa Bárbara, California (diciembre de 1952). En el año
1954 la censura prohíbe la publicación de Aventura
en lo Gris representada después y publicada junto a Concierto de San Ovidio, El Tragaluz y Las Meninas, la obra más exitosa junto a Historia de una escalera, estrenada en el Teatro Español, de Madrid
el 9 de diciembre de 1960 y adaptada para su representación en la televisión en
el programa NOCHE DE TEATRO (1974)…
En el año 1964 Buero Vallejo la censura prohibió La doble historia del doctor Valmy, un alegato contra la tortura
que permaneció sin representarse en hasta el año 1977.
Antonio Buero Vallejo fue miembro
de número de la Real Academia Española en 1971,
Premio Cervantes en 1986, Premio Nacional de las Letras Españolas en
1996. Antonio Buero Vallejo falleció en el hospital Ramón y Cajal de Madrid el día
29 de abril de 2000, a los 83 años de edad.
Historia de una escalera junto a Las Meninas (fantasía del pintor Diego Velázquez) son las obras más
representadas y conocidas de Antonio Buero Vallejo; pero tengo que reconocer ante
los lectores que yo soy un amante de la historia y de la histeria de los
españoles: los errores, las faltas, los malos actos y las penurias de nuestro
pueblo( definición de historia), siendo personalmente Un pensador para un Pueblo la mejor obra escrita y estructurada de
Antonio Buero Vallejo, pero para gustos se hicieron los colores.
Historia de una Escalera se estrenó el 14 de octubre de 1949, Premio
Lope de Vega, es posiblemente una de las obras más importantes del teatro de
esta época por su carácter trágico y por la denuncia de las condiciones
sociales de vida. La obra causó gran impacto por su realismo y contenido social
alcanzando las 187 representaciones. En la obra se plantea la imposibilidad de
algunos individuos de mejorar materialmente sus vidas, debido a la situación
social y a la falta de voluntad. En el primer acto los personajes acusan la
tragedia económica que supuso la Guerra Civil, la precariedad de trabajos, la
imposibilidad de hacer frente a los pagos, el drama social y político, pero
siempre el amor y los celos están presentes en la historia de las personas; el
amor junto a la muerte, el trabajo para conseguir el bienestar social el
progreso al que llegan los personajes del tercer acto.
La crítica sitúa al teatro de
Buero Vallejo en el simbolismo, el realismo, el teatro de crítica social y el drama
histórico. El tema común que liga toda su producción es la tragedia del
individuo, analizada desde un punto de vista social, ético y moral. Los
principales problemas que angustian al hombre se apuntan ya en su primera obra En la ardiente Oscuridad (las
limitaciones individuales y el momento social que hacen que el individuo, el
ser humano, esté condicionado por reyes, guerras, cultura…) y continúan estas
críticas sociales en obras posteriores. En Historia
de una escalera y en Las Meninas,
las dos obras que representan el drama social y político, donde el autor quiere
mostrar la síntesis de dos estilos literarios antagónicos: el realismo y el
simbolismo, siendo España el tema de las dos obras, el sentir español, el criticismo (muy usado por mí) como
patriotismo auténtico de sentirse y ser español, imitando a los maestros Larra
o Galdós y la Generación del 98. En el
caso de Las Meninas, Un Soñador para un Pueblo y El Sueño de la Razón la intención
velada o indirecta de Buero Vallejo parece ser la de querer encontrar los orígenes,
las causas, los errores cometidos para alcanzar el descontento de la moderna,
adormecida y arruinada España actual, escribiendo su obra con un trasfondo mítico
cargado de simbolismo.
El realismo es la representación crítica de una sociedad (Vallejo es un
escritor realista junto a obras como Las
cartas boca abajo y El tragaluz),
son la visión de la imposibilidad por parte de sus intérpretes de huir de la
injusticia, de la violencia, de la degeneración personal. En Historia de una escalera los
descansillos y peldaños de una escalera sirven para presentar al espectador la
fortuna, la suerte, el hambre, la crisis económica, el esfuerzo y los sueños de
unas personas encasilladas en una función o disfunción social: el obrero y el
cómodo; el amor y desprecio; el inútil y sus engaños.
El realismo literario
es una corriente estética que supuso una ruptura con el romanticismo, tanto en
los aspectos ideológicos como en los formales, en el tercio central del siglo
XIX.
El realismo pretende la reproducción exacta, completa,
sincera, del ambiente social y de la época en que vivimos... Esta reproducción
debe ser lo más sencilla posible para que todos la comprendan.
En Francia fueron escritores
realistas Henri Beyle Stendhal, Honoré de Balzac y Gustave Flaubert. En el
Reino Unido destaca Charles Dickens; en Rusia León Tolstói y Fiódor
Dostoyevski. En Estados Unidos, Mark Twain; en Chile Alberto Blest Gana, en
España Benito Pérez Galdós, Leopoldo Alas Clarín y Emilia Pardo Bazán. Portugal
cuenta con Eça de Queiroz. En Italia, el movimiento se denominó verismo y tiene
a su más caracterizado representante en Giovanni Verga. En cuanto a la
literatura escrita en alemán, es un movimiento de este sesgo el llamado
Biedermeier y pueden considerarse realistas los novelistas suizos Albert
Bitzius (que utilizaba el seudónimo Jeremías Gotthelf), Gottfried Keller,
Conrad Ferdinand Meyer, el austríaco Adalbert Stifter y los alemanes Friedrich
Hebbel (dramaturgo), Theodor Storm, Theodor Fontane, Gustav Freytag y Wilhelm
Raabe, aunque esta estética todavía continuó renovándose durante el siglo XX a
través de la obra literaria de Thomas Mann.
En Historia de una Escalera es el personaje de Urbano quien denuncia
declarando su amor a Carmina contra la personalidad del mujeriego Fernando: más vale ser un triste obrero que un
señorito inútil… Pero si tú me aceptas yo subiré. ¡Subiré, sí! ¡Porque cuando
te tenga a mi lado me sentiré lleno de energías para trabajar! ¡Para trabajar
por ti! Y me perfeccionaré en la mecánica y ganaré más. (Ella asiente
tristemente, en silencio, traspasada por el recuerdo de un momento semejante). Viviríamos
juntos: tu madre, tú y yo. Le daríamos a la vieja un poco de alegría en los
años que le quedasen de vida. Y tú me haría feliz. (Pausa). Acéptame, te lo
suplico.
El movimiento literario del Simbolismo fue uno de los movimientos
artísticos más importantes de finales del siglo XIX, originado en Francia y en
Bélgica. En un manifiesto literario, publicado en 1886, Jean Moréas definió
este nuevo estilo como «enemigo de la enseñanza, la declamación, la falsa
sensibilidad y la descripción objetiva». Para los simbolistas, el mundo es un
misterio por descifrar donde el poeta debe para ello trazar las
correspondencias ocultas que unen los objetos sensibles, para ello es esencial
el uso de la sinestesia. El movimiento tiene sus orígenes en Las flores del
mal, libro emblema de Charles Baudelaire. El escritor Edgar Allan Poe, a quien
Baudelaire apreciaba en gran medida, influyó también decisivamente en el
movimiento, proporcionándole la mayoría de imágenes y figuras literarias que
utilizaría. La estética del Simbolismo fue desarrollada por Stéphane Mallarmé y
Paul Verlaine en la década de 1870. Para 1880, el movimiento había atraído toda
una generación de jóvenes escritores cansados de los movimientos realistas.
Escritores del Simbolismo : Charles
Baudelaire (1821-1867); Conde de Lautréamont (1846-1870); Stéphane Mallarmé
(1842-1898); Jean Moréas (1856-1910); Germain Nouveau (1851-1920); Arthur
Rimbaud (1854-1891); Albert Samain (1858-1900); Paul Valéry (1871-1945); Paul
Verlaine (1844-1896); Villiers de L'Isle-Adam (1838-1889)
Addenda en 1987 de Ricardo Doménech en la obra de Antonio Buero Vallejo
En el libro con las obras Historia de una escalera y Las Meninas de la Colección Austral
editada por Espasa Calpe en el año 1975, con prólogo del profesor Ricardo Doménech,
es de destacar el addenda (del latín addendum, añadido que se agrega a un
escrito) rubricado por el profesor y ensayista Ricardo Doménech, fallecido en
el año 2010, a quien ofrezco mis respetos y mi admiración. En este enriquecedor
y corto texto, una revisión personal doce años después a su comentario y análisis
literario, el profesor Ricardo Doménech expone la evolución política y social
de mi querida España:
… Pero estos datos no son sino lo
más externo y global: la punta del iceberg; porque no hay duda que la España de
1978 es muy distinta a la sombría España
de 1975. No pararíamos de enumerar en cuántos aspectos lo es. Y, sin embargo, a la hora de actualizar este
prólogo, me encuentro con que no necesito corregir nada o casi nada. Mi interpretación
del teatro de Buero Vallejo no ha cambiado; al revés, en este tiempo lo ha
confirmado más y más, de un lado en mis clases- en
esa diaria puesta a prueba de las ideas que son para un profesor sus clases- y de otro, en el
contraste con el discurrir de la vida española…. Buero sigue siendo lo que era:
ese imprescindible e insustituible dramaturgo - conciencia de nuestra época, lo
mismo con sus obras recientes que con sus obras anteriores…
Ricardo Doménech se doctoró en Filología por la Universidad Autónoma de Madrid. Fue catedrático de la Real Escuela Superior de Arte Dramático (RESAD), de la que ha sido director en dos ocasiones. Como estudioso y crítico de teatro, cuenta con numerosas publicaciones (libros, ediciones críticas, ponencias, artículos, reseñas...) centradas especialmente en Valle-Inclán, Buero Vallejo, los dramaturgos del exilio y, García Lorca. Como narrador publicó cinco libros de cuentos y novelas cortas entre 1968 y 1989.
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